sábado, 5 de noviembre de 2011

El perro, el vino, el pucho y la gente.


Con mi perro, en mi viejo chalet

Tomamos vino tinto y fumamos cigarrillos baratos

Estaba desierta la ciudad

De la soledad del perro en mi encarnada

La gente no tenía piedad


Bastaba que tome una copa

Para empezar a hablar de mis miedos

Miedos que la gente quería callar

Sin ningún pelo en la lengua

Ahora ya no me podían callar


Muy real, esta vida es muy real

No existe lo sobrenatural

Porque ni bien dices las cosas existen

Como decía mi amigo Tomy el chamán

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