Con mi perro, en mi viejo chalet
Tomamos vino tinto y fumamos cigarrillos baratos
Estaba desierta la ciudad
De la soledad del perro en mi encarnada
La gente no tenía piedad
Bastaba que tome una copa
Para empezar a hablar de mis miedos
Miedos que la gente quería callar
Sin ningún pelo en la lengua
Ahora ya no me podían callar
Muy real, esta vida es muy real
No existe lo sobrenatural
Porque ni bien dices las cosas existen
Como decía mi amigo Tomy el chamán
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